En ocasiones resulta complicado fotografiar ciertas especies o situaciones en el campo, como puede ser una Mantis alimentándose; es entonces cuando entran en escena los terrarios, que no son otra cosa que una pecera ambientada donde colocaremos, con extremo cuidado, la especie que queramos retratar teniendo un mayor control sobre la escena.
 
Para este tipo de técnica, pondremos especial cuidado en la manipulación de la especie, regresándola a su medio natural en el menor tiempo posible. Por más pequeño que sea, nunca debemos olvidar que estamos manipulando un ser vivo, por lo que tomaremos todos los recaudos necesarios para no causarle ningún tipo de daño.
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Podremos adecuar el terrario armando un escenario que simule un ambiente natural; además de agregarle un fondo artificial, el que podrá estar compuesto por cartulinas de diferentes texturas y colores que simulen un fondo desenfocado.
Una vez que tengamos todo listo, nuestro modelo podrá entrar en escena... pero claro! esto no asegura que colabore al 100%, pero con un poco de paciencia, tendremos muchas chances de fotografiarlo.
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Este método es particularmente útil para aquellas especies potencialmente peligrosas, como arañas y algunos escorpiones; en ambos casos deberemos asegurarnos que en el escenario no haya huecos donde puedan esconderse.
Por último, nuestra recomendación es que siempre seamos fieles a nuestros espectadores, por lo que si logras fotos increíbles con esta técnica, no dejes de comentar cómo lograste la fotografía, sin pretender aparentar que la tomaste en la naturaleza.
Con extremo cuidado y muchísimo respeto, podremos lograr imágenes realmente impresionantes.
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