
¿Hace cuánto te iniciaste en fotografía de naturaleza y cómo fueron tus comienzos?
Fue a los 14 años. Todo empezó a partir de la relación que entablé con un Carancho que visitaba regularmente la ventana de mi cuarto en el noveno piso de un edificio en pleno centro de San Salvador de Jujuy. Comencé a fotografiarlo con mi cámara web de 1mpx. A partir de ese momento me empecé a apasionar por las aves y fotografiarlas se convirtió en una obsesión.
De todas maneras no fue hasta que conocí a mi maestro Luis Calizaya que comprendí que quería hacer una vida en torno a la fotografía y al arte.
¿En tus inicios, qué cámara
usabas y cuál usas ahora?
A pesar de haber usado brevemente cámaras analógicas cuando era muy chico, puedo decir que mi trabajo siempre transitó en el ámbito de lo digital.
Comencé con una cámara web conectada a la computadora que usé a modo de cámara trampa, y la verdad que era la mejor solución para lo que yo hacía en ese momento. Aprendí a usar programas de seguridad con detección de movimiento, y así lograba filmar y fotografiar todas las aves que visitaban mi ventana: Caranchos, Jotes, Picabueyes, Viuditas, Golondrinas y un par más.
Mi primer cámara de fotografía fue una Sony H7, y un año después me inserté al mundo de las réflex con una Canon XSI. En el camino pasé por casi una docena de cámaras entre Sony y Canon.
Hoy, decido usar una Sony a7sII que es una maravilla en situaciones de baja luminosidad.

¿Quién o quiénes influyeron en los primeros años?
Son muchas las personas que influenciaron en mi carrera artística. Luis Calizaya ocupa un lugar muy importante por el aspecto profesional, pero sobre todo por lo humano. Desde hace ya 12 años que somos grandes amigos y siempre le pido consejo.
¿Cuáles son los fotógrafos que te inspiran?
Tomo muy en serio la inspiración como materia prima para mis propios trabajos.
Dedico mucho tiempo a observar las obras de los demás artistas, estudiarlas y también imitarlas. No podría quedarme solo con los fotógrafos, hoy me inspiro mucho con los trabajos de Jacques Perrin, Yan Arthus Bertrand, Sebastiao Salgado, Steve McCurry, Hans Zimmer, Olafur Eliasson, Neri Oxman, Jorge Drexler, entre muchos otros artistas. La lista podría seguir ...
¿Cuál fue el viaje que
realmente ayudó a desarrollar tu pasión por la vida silvestre?
Mi vida transcurre en un largo viaje, por dentro y por fuera. Vivir 4 años en Península Valdés podría ser la experiencia que más me marcó. Allí aprendí a comprender la naturaleza desde el punto de vista de la ciencia pero también fue donde pude pasar más tiempo con la vida silvestre. Eso creó un lazo muy especial.

¿Qué parte de tu equipo NO fotográfico nunca olvidas cuando salís de viaje?
Estoy atravesando una etapa de mucha reflexión y desarrollo, más que nada intelectual, que considero necesario para poder realizar mis próximas obras y eso me lleva a ser muy independiente del equipo que llevo. Mis últimas salidas fueron solamente con largavistas, la cámara quedó en casa, por ahora no la necesito.
¿Sos de quienes piensan
previamente la foto que
quieren lograr, o dejás que la naturaleza te sorprenda en cada salida?
Fui cambiando con el tiempo. Hace 10 años era prácticamente 100% recorrer un ambiente esperando que los animales aparezcan y estar totalmente dispuesto a enfocar todo lo que la naturaleza me ofrezca. Hoy es todo lo contrario. Hay mucha reflexión, planificación e incluso storyboard. Soy de los que crean la fotografía desde adentro hacia afuera. Pero esto a la vez requiere un gran trabajo de comprensión de la naturaleza y la vida salvaje.
¿Cómo manejas tu flujo de trabajo?
Lo primero es tener algo que decir. Vivir la vida es la mejor forma de conseguirlo. Una vez definida la historia paso mucho tiempo viendo fotografías, películas, pinturas, también leyendo libros. Colecciono todas las ideas que me han surgido en ese período y las ordeno en catálogos.
Con todas esas ideas ya ordenadas creo la obra y la maqueto en papel o en digital. Lo siguiente es ir al campo a intentar capturar lo que imaginé. Siempre la naturaleza me sorprende con algo aún mejor y sobre todas las cosas hay que estar listos para cambiar.

¿Cuál es tu lugar en el mundo para realizar fotografías?
El altiplano y la Patagonia son mis lugares predilectos. Allí me siento realmente parte del ambiente.
A tu parecer, ¿qué hace que una fotografía sobresalga del resto?
La clave para que una fotografía sobresalga es sin dudas la historia, todo está sujeto a ello.
¿Cuáles son los elementos que más te interesan al elegir un destino para ir a fotografiar?
Una vez más; las historias que encierra ese lugar. Si un ambiente tiene mucho para contar allí voy a aportar mi voz. Claro que todos los ambientes están llenos de historias. ¿Pero somos lo suficientemente sensibles para poder verlas? En lo personal hay ambientes en los que veo muy claramente esas historias, y otros en los que no; o simplemente son historias que no me interesan contar. Tiene que ver mucho con mi personalidad creo.

¿Qué se necesita para
dedicarse a la fotografía de naturaleza?
Amor y pasión, nada más. En realidad, hacen falta mil cosas más, pero todo nace, surge a partir de la pasión y el amor.
¿Cómo nace Lyra Film?
Un día me di cuenta que el cine podía llegar a rincones de mi alma que la fotografía nunca había podido tocar. Allí decidí dedicarme al cine.
Lyra surge de a poco con varias personas aportando su pasión, pero sobre todo, fue junto a Santiago Sainz-Trápaga, que iniciamos esta aventura por contar historias de la naturaleza en la pantalla grande.
Nos llevó 3 años completos aprender lo mínimo que necesitábamos para contar la historia de la ballena franca como nosotros queríamos.
Justamente, el corto “La Ballena Franca” se presentó en los festivales más importantes del mundo. ¿Qué te dejó toda esa experiencia?
Tuvimos la suerte de recorrer casi todo el mundo con ese film pasando por todos los continentes y proyectándola en sitios que nunca me hubiese imaginado, como el salón de la ONU en New York durante la cumbre de los países por la vida silvestre.
Lo más importante que obtuve de cada festival fueron los amigos. No hay un solo festival en el cuál no haya encontrado una persona que hoy considero clave para mis futuros trabajos. Son momentos de encuentro con personas, a veces muy solitarios, con las que compartimos una gran pasión y tenemos problemas muy parecidos por resolver.

¿Cómo financias tus
proyectos?
Cada proyecto tiene una aproximación diferente. En este momento los ingresos se reparten entre financiamiento público, privado y ONGs. El aspecto financiero es algo realmente muy importante cuando nuestros proyectos se vuelven más ambiciosos. Es una materia que se debería estudiar y tomar con mucha seriedad.
¿En cuáles estás trabajando
actualmente?
Hoy tengo muchos en curso: cortometrajes sobre historias de vida de personas que viven inmersas en la naturaleza, programas de TV y películas de cine sobre la naturaleza, proyectos fotográficos que tienen que ver con un libro y también con una muestra interactiva; eso podría resumir, de alguna manera, los proyectos que encaro en este momento, pero no son los únicos.
¿Cuál es el tema que ahora conoces y que lamentas no haber sabido cuando comenzaste?
Podría haberme dado cuenta un poco antes de la importancia de la historia dentro de la fotografía. Como algo que incluso es más importante que la fotografía; pero no es algo que realmente lamente. Todo es parte de un proceso y todos vamos a aprender de viejos.

¿Cuál consideras que es el error más común cometido por los principiantes? ¿Cómo pueden corregirlo?.
Intentar no cometer errores. Eso creo que puede ser el mayor error. ¡Dicho por un perfeccionista!
Como dijo Charles Chaplin: “No hay que olvidar que todos somos amateurs, nadie vive lo suficiente para dejar de serlo.”



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