Si me preguntaran ¿qué tal es la Península Valdés para sacar fotos? Puedo decirte: Mirá, podés estar caminando en un paisaje costero hermoso, de una formación geológica antigua, y de repente encontrarte caminando entre miles de pingüinos o toparte con un elefante marino en la playa, y al levantar la mirada hacia el mar ver ballenas en plena época de cría y reproducción. También podría decirte que podés embarcarte para ver delfines y, en el recorrido, también fotografiar pardelas, albatros, gaviotines, cormoranes, entre otras especies. Incluso, podés ir a bucear con lobos marinos y también presenciar cómo son cazados por orcas salvajes.
Sin duda, podría decirte muchas cosas más, pero todavía no las he descubierto a todas y es por eso que considero a Península Valdés como un lugar especial, con un potencial infinito para la fotografía de naturaleza.

Sus playas rocosas enseñan, en distintos estratos, un gran muestrario de fósiles marinos, son escenarios caracterizados por acantilados muy altos, bahías con extensas zonas intermareales, playas arenosas, de canto rodado y restingas que ofrecen alimento a varias especies de aves costeras, como así también muchísimas oportunidades fotográficas.


NAVEGACIONES Y BUCEO
Las navegaciones habituales, que un fotógrafo puede contratar, se realizan en el golfo Nuevo y están basadas en la observación de ballenas francas, lobos marinos y delfines, y durante los recorridos se pueden fotografiar diversas aves marinas. La proximidad a las especies durante las salidas ofrece un sinfín de fotografías y permite relacionarnos con especies salvajes en su hábitat natural.
Para los fotógrafos subacuáticos, las posibilidades también son muchas, sobre todo en el Golfo Nuevo, donde se pueden contratar excursiones de buceo a loberías y a naufragios que ofrecen refugio a una gran diversidad de peces, moluscos y algas, entre otras.

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ESTEPA REPLETA DE VIDA
De espaldas al mar, encontraremos campos de médanos formados por el viento y el desgaste de la roca costera a través de millones de años. Podemos adentrarnos en un ambiente de estepa arbustiva, donde las aves y fauna terrestre están perfectamente adaptadas a una situación árida. En esta zona no abunda el agua y, mimetizarse con el ambiente o ser veloz, son las mejores opciones para la supervivencia. Son territorios habitados por guanacos, zorros, pumas, zorrinos, peludos, maras y otros roedores más pequeños, así como reptiles, aves rapaces, choiques y aves pequeñas endémicas de la Patagonia y cono sur.


CUANDO IR
Los fotógrafos que buscan acertar con la mayor cantidad de especies durante su estadía en la zona, deberán hacerlo entre septiembre y marzo. Si tu intención es fotografiar orcas es recomendable que viajes en el mes de noviembre ya que podrían darse buenas chances. Pero ojo, las orcas tienen una probabilidad de observación menor que el resto de las especies. Si quisiéramos fotografiarlas deberíamos dedicarles tiempo exclusivo y perderíamos otras oportunidades con el resto de las especies y/o paisajes. Si tu objetivo son las orcas, lo ideal es buscarlas entre marzo y abril, no menos de una semana, dedicando todas las mareas altas a esperarlas en los sitios de observación.



PLANIFICACION PREVIA
Lo ideal es planificar el viaje en una determinada fecha para trabajar distintas situaciones específicas según cada especie, como nacimientos, disputas territoriales, situaciones de caza, migraciones, mudas de pluma o piel, nidificaciones, dependiendo del objetivo o tema que busquemos.
Un viaje bien planificado aumentará mucho no solo tus posibilidades fotografícas, sino los resultados.
Península Valdés es un sitio privilegiado para la fotografía de fauna silvestre en el que encontramos una gran muestra de los animales que definen a la fauna de la Patagonia Argentina. Un lugar que nos transmite la sensación de estar en un documental de naturaleza en el que somos los protagonistas de cada aventura

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