Cada vez son más los apasionados por las aves que afrontan el desafío de fotografiarlas, más allá del registro de la especie. Lograr una buena fotografía de aves en vuelo, requiere de pericia y práctica, pero por sobre todo de un buen manejo de la cámara y de tener todo preparado de antemano.
¿CUAL ES EL LENTE
ADECUADO?
Para quienes tenemos un poco de experiencia en este tipo de fotografías, sabemos que, sea cual sea el lente que tengamos, las aves siempre estarán un poco más lejos del alcance de nuestro objetivo… sin importar si tenemos un 200 o un 600 mm. Esa “ley de Murphy” casi nunca falla!
Claro está que, cuanto más larga sea la distancia focal que utilicemos, mejores acercamientos podremos lograr.
Sin embargo, si contamos con un lente de 200 o 300 mm, podremos hacer uso de los duplicadores, teniendo presente que su uso reduce la luz que llega al sensor, por lo que el lente deberá ser luminoso para poder hacer un uso acertado de este accesorio. La razón es simple: deseamos congelar movimiento, y para eso necesitaremos utilizar una velocidad de obturación elevada; si no disponemos de buena luz, el uso del duplicador nos complicará la tarea, obligándonos a trabajar en condiciones extremas en lo referente al ISO; por lo que lo ideal es utilizar un lente del orden de los 400 mm o más.
Tengamos en cuenta que si vamos trabajar a velocidades de obturación rápidas, no es necesario tener activado el estabilizador de imágenes de nuestro lente; ya que eso hará que la cámara consuma recursos del procesador, por lo que retrasará el enfoque.

ANTES DE DISPARAR
La acción podrá suceder delante de nosotros con cierta rapidez, para lo cual deberemos tener la cámara con todos los controles ajustados previo a mirar por el visor.
Estudiaremos la luz que haya en la escena y con esa información podremos realizar todos los ajustes que sean necesarios en lo que respecta a velocidad, diafragma, ISO, enfoque, etc.
Una alternativa que ayuda mucho en estos casos, es trabajar usando las prioridades de obturación o diafragma (Av / Tv en Canon - A / S en Nikon).
En el caso que decidamos hacer uso de AV/A, lo que haremos es seleccionar el diafragma más grande. Si estamos trabajando con un zoom, prestemos atención al diafragma en la mayor distancia focal (Ej f/6.3); una vez que lo hayamos seleccionado, la cámara se encargará de indicarnos la velocidad adecuada dependiendo de la luz ambiente. En el caso que nos indique una velocidad por debajo de los 1/1000, deberemos subir un poco el ISO para ganar en velocidad.
Por otro lado, si optamos por setear Tv / S, nosotros decidiremos a qué velocidad queremos trabajar, y la cámara nos indicará el diafragma.
De esta manera, solo tendremos que estar atentos a una de las dos opciones (velocidad o diafragma) antes de presionar el disparador, y hacer las correcciones previas, de ser necesario.

¿CUAL ES LA VELOCIDAD
OPTIMA?
En reglas generales, la velocidad de obturación debe ser como mínimo proporcional a la distancia focal que estemos utilizando; para esto tendremos que tener en cuenta el factor de ampliación (si trabajamos con una cámara que no sea full frame); eso nos asegurará que la fotografía no salga trepidada.
Pero la velocidad también estará supeditada a la velocidad con que se mueva el ave, ya que no es lo mismo intentar congelar las inquietas y rápidas alas de un Colibrí, que las de un águila que pasa planeando al lado nuestro.
Lo ideal es asegurarnos, por lo que trabajar en una velocidad del orden de 1/3000, nos asegura congelar la acción en casi todas las situaciones.

COMPENSAR LA EXPOSICION
Si las aves que vamos a fotografiar, se encuentran volando con un cielo despejado, tendremos que tener en cuenta la diferencia de luz que habrá en el cielo con respecto al ave (la luz estará detrás de ella); en ese caso realicemos un ajuste de compensación de exposición para que nuestro modelo no salga oscuro. Esa compensación podrá variar en función del color que tenga, ya que si es blanca la compensación deberá ser mayor, que si pretendemos retratar a una cuyo plumaje es negro.
Si el cielo se encuentra con nubes, o si se mueve entre el cielo y el fondo de una montaña, puede que la luz se vaya modificando durante su vuelo. Una manera de solucionarlo es seleccionar una medición “puntual” y centrar el ave en el encuadre (compositivamente lo podremos corregir posteriormente en la edición).

TIPO DE DISPARO
La opción ráfaga es la más acertada. En unos pocos segundos, un ave puede mover sus alas un número muy variable de veces, por lo que las chances de captar la pose adecuada aumentan considerablemente usando este tipo de disparo.
De igual manera, si se encuentra posada y está a punto de despegar, este tipo de disparo logrará congelar el instante preciso antes del despegue, fotografías que son casi imposibles de lograr de otra manera.

PUNTOS DE ENFOQUE
Las cámaras cuentan con varios puntos de enfoque, los cuales varían en cantidad dependiendo la marca y el modelo; pero para este tipo de fotografías, lo recomendable es dejar uno solo y el central, dado que es el más preciso.

ENFOCAR AVES EN VUELO
Entre las opciones del tipo de enfoque, muchos recomiendan seleccionar enfoque continuo (Al Servo) para lograr mantener enfocado al sujeto mientras se acerca o aleja de nosotros.
En lo personal este tipo de enfoque no me ha dado buenos resultados, por lo que prefiero “one shot” para lo cual, visualizo al ave cuando ésta se encuentra lejos, y en la medida que se va acercando, voy realizando pre enfoques constantes, para comenzar a disparar cuando tiene un buen tamaño en el visor.
Lo mejor es probar las alternativas de ajustes en la cámara, e ir ganando experiencia con la práctica y los resultados obtenidos; seleccionando aquella opción con las que nos sintamos más cómodos y logremos mejores resultados.

ANTICIPARSE A LA ACCION
La capacidad de anticiparnos a lo que va a suceder, es un aspecto clave en fotografía de acción, ya que el margen de tiempo en que esto sucede, es muy breve; por lo que un buen resultado dependerá de nuestra pericia a la hora de presionar el disparador. Saber anticiparse será fundamental para que el momento no nos sorprenda sin estar preparados.
Si bien algunas acciones se producirán de improviso, conociendo las aves que queremos fotografiar, podremos anticiparnos a lo que va a suceder.
Usemos a nuestro favor el hecho de saber de antemano que aquellas aves que vuelan contra el viento, lo hacen de manera más lenta que las que lo hacen con viento a favor, o las que van a aterrizar y despegar contra el viento; esta información es ventajosa si buscamos buenos resultados.
Una buena fotografía puede lograrse con un poco de suerte; pero si pretendemos sacar provecho de cada oportunidad que nos regala la naturaleza, es fundamental acompañar a la suerte de un buen manejo del equipo y sumar mucha práctica lo que nos hará ganar experiencia y, con ella, mejores resultados en cada salida.

|