La fotografía de fauna es una de las disciplinas que mayor cantidad de adeptos va sumando con los años.
El primer paso, y quizás el más importante, es que tenemos que adoptar los conocimientos del uso de la cámara para que nuestra respuesta, ante una posible acción, sea rápida. Si dudamos qué velocidad será de adecuada, cuál será el mejor punto de enfoque y demás parámetros, para cuando lo hayamos decidido, nuestro modelo no estará en buena posición, habrá dejado de hacer lo que estaba haciendo o, en el peor de los casos, se habrá ido y nos habremos quedado sin foto.
Los buenos resultados se logran cuando la cámara se transforma en una extensión de nuestro cuerpo, y no tenemos que pensar demasiado antes de presionar el disparador.

En los comienzos, cuando no logramos la fotografía que esperábamos, lo primero que pensamos es que nuestra cámara no es lo suficientemente buena, o que nuestro lente no tiene el alcance que necesitamos; cuando lo que suele suceder es que no supimos usarlo correctamente o no tenemos conocimiento de las técnicas específicas de esta especialidad fotográfica.
Por este motivo el primer paso para obtener buenas fotografías de animales silvestres, es adquirir los conocimientos del uso de la cámara con todas sus variables y posibilidades; de esta manera tendremos el control de lo que queremos lograr y nuestra respuesta no será tardía ni equivocada.
Las diferentes especies en la naturaleza son esquivas a la presencia humana, por lo que tendremos que trabajar con rapidez para así, primero lograr un registro de la especie, y con práctica, llegar a capturar esos instantes especiales que suelen durar unos pocos segundos.

Cada situación es diferente. Cada ambiente tiene sus particularidades y cada especie es distinta, por lo que no hay una regla mágica que solucione todas las situaciones posibles a las que podamos encontrarnos. Solo la práctica y la experiencia nos ayudarán a resolver correctamente las diferentes situaciones.
A continuación te presentaremos algunos de los seteos de la cámara, los que te facilitarán tu trabajo de campo. Conociéndolos, podrás probarlos y decidir con cuál te sentís más cómodo y obtenes los mejores resultados.
LAS PRIORIDADES
Los modos de prioridad de apertura y de obturador se complementan al modo manual, y son de gran ayuda a la hora de encarar la fotografía de vida silvestre; ya que al trabajar en modo manual, tendremos que controlar cada uno de los parámetros por separado. Si bien esta es la manera más interesante de hacer fotos, en fotografía de fauna no es lo más recomendable cuando estamos comenzando.
Los modos de prioridad son modos semiautomáticos en donde mantenemos el control general del disparo, pero la cámara nos ayuda controlando uno de los dos parámetros (obturador o diafragma).
El modo de prioridad de apertura, normalmente identificado en el dial como A o Av, nos permite fijar la apertura (ej: f/5.6), mientras que la cámara se encarga de ajustar automáticamente el tiempo de exposición dependiendo de la luz en la escena. Con este modo, nosotros solo tendremos que estar atentos de alcanzar una buena velocidad de obturación (1/1000) que nos permita congelar el movimiento.
En el caso que la luz no sea suficiente como para alcanzar una velocidad óptima, podremos subir el ISO hasta lograrlo.
En la otra opción, uno fija la velocidad y deja que la cámara nos indique cuál es el diafragma adecuado dependiendo la luz, para lo cual seleccionaremos la opción S o Tv.
Seleccionando cualquiera de las dos opciones de prioridad, solo debemos estar atentos de controlar uno de los dos parámetros, lo cual nos permite poder responder con mayor rapidez.

EL ENFOQUE
Si no estamos acostumbrados a enfocar con precisión de manera manual, recomendamos hacer uso del autofoco.
Una de las búsquedas quizás más festejadas, es sin duda lograr que el foco esté en el ojo. Esto requiere de práctica, pero al lograrlo sabremos que tendremos una muy buena foto.
La cámara nos ofrece varias manera de enfocar, conozcamos cada una de ellas y seleccionemos la que mejor se adapte a la fotografía que queremos hacer.
Deberemos tener en cuenta que cuanto más contraste haya entre la especie y el segundo plano, más fácil resultará enfocar en modo automático.
Dentro de los tipos de enfoques automáticos, los diferentes modelos de cámaras nos ofrecen algunas variables:
Servo Continuo (Canon: AI Servo / Otras: AF-C): es utilizado para la acción con movimientos impredecibles. Al no tener control sobre los movimientos o el recorrido de nuestro modelo, una buena opción es utilizar el enfoque automático de Servo Continuo, con el cual el lente estará continuamente enfocando y reenfocando al sujeto en función de sus movimientos.
Servo Único (Canon: One Shot / Otras: AF-S) seremos nosotros quienes preseleccionaremos el enfoque presionando el disparador hasta la mitad, siguiendo al sujeto y reenfocando cada vez que éste se mueva.
A veces, cuando la situación lo permite, resulta útil recomponer el encuadre después de haber enfocado, para lo que deberemos usar el bloqueo de enfoque: enfocaremos a nuestro sujeto pulsando el disparador hasta la mitad, manteniendo el disparador en esa posición intermedia, volvemos a encuadrar nuevamente, para luego tomar la foto presionando el disparador hasta el fondo.

PUNTOS DE ENFOQUE
Las cámaras réflex digitales ofrecen varios puntos de enfoque (dependiendo del modelo, tendremos mayor o menor cantidad de puntos para seleccionar), los que se muestran al mirar por el visor como pequeños puntos, y gracias a los cuales podemos seleccionar que parte del encuadre deseamos que salga con nitidez.
Entre los aficionados es muy común cometer el error de pensar que si se seleccionan todos los puntos de enfoque nos estamos asegurando que todo lo que se encuadra saldrá en foco. El resultado es que la cámara enfocará el sujeto u objeto más cercano en el encuadre, lo que puede provocar resultados muy diferentes a los esperados.
De todos los puntos de enfoque, el más sensible, preciso y generalmente efectivo, es el punto central; este es el que deberemos utilizar en fotografía de fauna, con el cual tendremos los mejores resultados.

BALANCE DE BLANCOS E ISO
Si trabajamos en RAW podremos seleccionar el Balance de Blancos automático para, posteriormente en la edición ajustar al que mejor se de para la fotografía que hemos realizado. Si, por el contario, trabajamos en JPG, esta selección la deberemos hacer antes de realizar la foto, ya que después no podremos modificarla.
La selección de uno u otro balance, dependerá de los gustos personales, de las condiciones de luz y de lo queramos transmitir con nuestra fotografía.
En lo referente al ISO, dependerá de la luz ambiente; pero si estamos trabajando con un lente del orden de los 400 mm, lo recomendable es comenzar con ISO 400 para lograr una buena velocidad de obturación. No dudemos en subirlo de ser necesario; siempre es mejor tener una fotografía con algo de grano, antes de una foto movida.
Si no queremos complicarnos, podemos seleccionar el ISO automático para que la cámara lo vaya ajustando en la medida de necesitarlo.

DISPARO EN RAFAGA ¿SI O NO?
Trabajando con fauna silvestre, nos enfrentaremos con situaciones donde la acción sucederá en un instante ínfimo, al tener seteado el disparo en ráfaga nos ayudará a captar una serie de fotos seguidas, de las cuales, es factible que alguna logre registrar un momento único e irrepetible.
Algunos creen que setear este tipo de disparo ayuda a que, una de las fotos de la serie, salga en foco; esto es un error muy común, dado que si la primera foto no está en foco, el resto tampoco lo estará.
Si bien esta función es muy útil, no debemos hacer abuso de ella por varios motivos:
1- Ocuparemos mucho espacio en nuestra tarjeta.
2- Tendremos una gran cantidad de fotos por editar.
4- Le estaremos quitando vida útil a nuestra cámara.
Con esto no queremos decir que no es recomendable su uso, pero sí cuando se justifique ante una acción.

Ya tenemos el seteo básico… ¿qué más necesitamos?
CONOCER LO QUE VAMOS
A FOTOGRAFIAR
Si bien no es necesario que nos transformemos en expertos en conducta animal, ayuda adquirir algunos conocimientos de la especie que pretendemos retratar, lo cual nos ayudará a saber dónde buscarla, cuáles son sus costumbres, de qué se alimenta, como comportarnos frente a ella, cuál es su actitud corporal antes de realizar alguna acción (por ejemplo cuando está por emprender vuelo); lo que nos permitirá adelantarnos a lo que pudiera suceder para captar algún momento especial en su comportamiento.
De esa manera lograremos instantáneas que son imposibles de otra manera.
Estos conocimientos se pueden adquirir hablando con fotógrafos más experimentados o bien haciendo nuestra propia experiencia por medio de la constante observación.

EQUIPAMIENTO ESPECIAL
La selección de la ropa con la cual nos moveremos en el campo, nos será de ayuda para mimetizarnos con el medio y poder lograr mejores acercamientos, o en el mejor de los casos, que los animales se acerquen a nosotros.
Lo ideal es que sean de colores verdes, ocres o marrones, y de telas que no hagan ruido al movernos.
LO FUNDAMENTAL
A todo lo anterior, si no le sumamos una alta dosis de paciencia y suerte, nada será posible.
Podremos tener el mejor equipo y saber usarlo a la perfección, podremos estar en el lugar adecuado, pero sin paciencia y una buena dosis de suerte, raramente logremos una buena foto.
Si esto ocurriera, sepamos que la naturaleza siempre nos ofrecerá nuevas oportunidades, y que cada experiencia, más allá de los resultados fotográficos, es una fuente incalculable de conocimientos. Si bien los buenos logros nos alientan, sepamos que de los errores también se aprende (y mucho).

Esta especialidad no es de las más sencillas... pero es, justamente ese constante desafío, lo que la hace tan apasionante.
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